Cómo ir de Lisboa a Oporto

Porto

Oporto es la segunda ciudad más grande de Portugal tras Lisboa. Un precioso lugar que guarda numerosos recuerdos de aquellos años en los que el país contaba con una increíble riqueza y poder. Época de descubrimientos y descubridores, épocas de reyes y piratas. Tiempos que han quedado guardados en la memoria de la ciudad a modo de edificios.

Oporto cuenta además con ese aire tan decadente, tan portugués. Los edificios están sucios, sí, pero ya no es sólo por la falta de cuidado, es también por la humedad del lugar. Esa humedad que se mete en los huesos del turista y en las piedras de las iglesias, creando en estas gruesas capas de moho que dan un aspecto más decadente a los templos.

Elegantes barrios, villas señoriales, calles que nos conducen hasta puentes interminables o avenidas majestuosas. Oporto es, sin lugar a dudas una bella cuidad, quizá por ello la UNESCO la declarara en su momento Patrimonio de la Humanidad.

Junto con Lisboa, Oporto es una de las ciudades más turísticas del país. El problema es que no están demasiado cerca que digamos. Las separan aproximadamente 320 kilómetros ¿Cómo cubrir esta distancia si queremos aprovechar para ver las dos ciudades?

Por un lado, está la opción del coche. Es bastante recomendable, teniendo en cuenta que de camino podemos parar en distintos lugares para ver elementos impresionantes como el Monasterio de Batalha.

Podemos alquilar un coche sin problemas en el aeropuerto de Lisboa, así tendremos que tomar la A1 o la Autoestrada do Norte, que es la vía encargada de unir estas dos ciudades. Evidentemente esto conlleva gasto de gasolina, pero también de peaje. Lo ideal es visitar la página de la red de carreteras de Portugal unos días antes, para saber a qué precio atenernos.

Por otro lado, existe una línea de ferrocarril que une las dos ciudades, además, es la más importante del país. Aproximadamente son unos 320 km que se conocen como la línea norte.

Aquí hay que tener en cuenta que existen varios tipos de viajes, podemos elegir el Alfa Pendular, un tren que será por norma general un poco más caro (de 40 a 50 euros el trayecto). Lo bueno de este tren es que cubre la distancia en tan sólo 2 horas y media.

Otra opción es el intercidades, un tren más pequeño cuyo precio es un poco más barato (unos 20 o 30 euros menos) y la duración será de tres horas.

Los servicios regionales se presentan como los más asequibles, con un coste de 15 euros. El inconveniente es que estos hay que comprarlos directamente en taquilla. Tarda unas 4 horas.

Por último, y si contamos con presupuesto suficiente, podemos ahorrarnos el viaje e ir directamente a Oporto en avión; y es que tanto esta ciudad como Lisboa cuentan con dos estupendos aeropuertos.

El aeropuerto de Oporto está situado a tan sólo 13 kilómetros de la ciudad, con una capacidad para más de 15 millones de pasajeros al año. Además, una vez lleguemos podremos acceder a la ciudad o bien en metro, o bien en autobús o bien en taxi, pues el aeródromo está perfectamente conectado con el núcleo urbano.

Por su parte, Lisboa cuenta con el Aeropuerto de Portela, muy próximo a Lisboa. Es el mayor aeropuerto del país y también uno de los más grandes al sur de Europa.

Un vuelo entre estas dos ciudades puede rondar los 100 euros, así pues, hay que barajar que la opción no es tan cara si barajamos esta y la del coche. Además, prácticamente no nos enteraremos del viaje.

Como podemos ver ya no hay excusas. Si venimos hasta Lisboa podremos estar en pocas horas (como mucho 4) disfrutando de los encantos de Oporto, la bella Oporto.

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Foto vía: aromano



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