Fuerte de San Felipe en Setúbal
A 32 kilómetros de Lisboa encontramos el pueblo de pescadores de Setúbal. Un lugar lleno de encanto que además cuenta con un gran número de elementos y edificios considerados Patrimonio Cultural. Con la sierra de San Luís como fondo, elevado por encima de Setúbal, se ubica el Fuerte de San Felipe, una clara muestra de estos elementos culturales que todo turista que visita la zona debe recorrer.
El lugar en el que está emplazado el fuerte ha sido ocupado desde la prehistoria encontrando además en las inmediaciones restos de fenicios, cartagineses, romanos y musulmanes. Y es que cuenta con una situación estratégica perfecta para la defensa. Ya durante el reinado de Alfonso IV se comenzó a construir la primera muralla que sería finalizada en tiempos de Pedro I.
Una muralla que pretendía defender la ciudad y sus pescadores de los constantes ataques de los piratas que venían de tierras africanas. Más tarde, con la llegada de Felipe II de España (Felipe I de Portugal) se comenzaría a construir la actual fortaleza. Un trabajo que fue encargado al arquitecto italiano Filipo Torzi, especializado en construcciones militares.
La estructura de la fortaleza se presentaba por aquel entonces como algo totalmente moderno, con un estilo manierista. Además se incorporaron los últimos avances en artillería para la defensa. La importancia que podría adquirir esta construcción en su época se ve reflejada en la anécdota de que fue el propio Felipe I quien quiso acudir a la colocación de la primera piedra de este gran proyecto con fines defensivos.
En la actualidad, los turistas quedan completamente asombrados por el increíble paisaje que ofrece la fortaleza. Paisaje que muestra entre otras cosas el estuario del río Sado, la ciudad y bahía de Setúbal y la Península de Tróia. Una estampa típica que es fotografiada por miles de cámaras al año.
Con el paso del tiempo, la fortaleza ha sido completamente restaurada permitiendo establecer en ella una Posada, la más bella de toda Portugal según muchos (Las Posadas portuguesas son el equivalente a los Paradores españoles). Por tanto es posible pernoctar en este increíble tesoro histórico, adecuado perfectamente a las necesidades contemporáneas, disfrutando de unas vistas privilegiadas.
Foto vía: galeriaphotomaton.blogspot.com
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