Teatro Tivoli, sala con historia
Uno de los más importantes teatros, donde se realizan espectáculos de prestigio. Nacido como cine, pero albergando también la actividad teatral y los más renombrados espectáculos de ballet, el Teatro Tivoli es uno de los preferidos de la ciudad de Lisboa, ya que conserva desde su arquitectura el encanto de los viejos lugares de esparcimiento. Conocerlo, es como recorrer un poco de la historia de la capital de Portugal.
El Teatro Tivoli está ubicado en Avenida da Liberdade 188. Su nacimiento se dio con la presunción de parte de la intelectualidad de ese tiempo, de que era necesario que Lisboa tenga un espacio exclusivo para que los fanáticos del cine pudieran continuar ese placer. Es por eso que su inauguración se dio con el auge del cine mudo, allá por 1924 y luego de varios años de construcción a partir del diseño realizado por el arquitecto Raúl Lino.
Dicen los entendidos, que este es desde lo estético uno de los mejores cines y teatros de la ciudad. Con una arquitectura que remite a lo clásico, el mismo tiene un aspecto francéscon sus tejas negras y su cúpula. Una cosa que llama la atención es que su ingreso se da por la esquina, algo poco habitual en los teatros de la actualidad, pero no asombra la elegancia tanto de su exterior como del interior. La sala es sumamente sobria, con una estructura convencional sin demasiados firuletes.
En los años de su apertura, esta sala era considerada como una de las más elevadas del circuito del “cine arte”, con la proyección de las obras maestras de la época. Sin embargo, el Tivoli fue acompañando las diversas movidas que el cine universal iba gestando: es así como se vieron las grandes piezas del cine mudo y luego de 1930, con la compra de un equipo para ver películas sonoras, se proyectaron westerns, melodramas clásicos, péplum, comedias musicales y dramas del cine moderno como El padrino.
De todos modos hay que destacar que simultáneamente se daban actividades teatrales, con la participación de un grupo especialmente formado de actores y directores. Y también la sala se abocó a importantes presentaciones de ballet, como por ejemplo la actuación del Tivoli Ballet de la Siecle XX, con la participación del destacado Maurice Béjart.
El Teatro Tivoli cambió de dueños varias veces a partir de 1973, hasta que finalmente cerró y sus puertas fueron reabiertas en 1999 y sus instalaciones totalmente renovadas. Finalmente en 2004 los dueños actuales compraron la sala, un grupo empresarial portugués, que desarrolla actividades vinculadas con lo teatral.
Foto vía: Portalviajar
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