Monumento a los Soldados en el Extranjero
La figura de los ex combatientes es polémica en la mayoría de los países. Las guerras no dejan víctimas sólo durante los combates, sino que además lo hacen luego: muchos han vuelto de la guerra y no han podido encontrar su lugar en la sociedad. Parte de esto es lo que intenta recordar el Monumento a los Soldados en el Extranjero, que se puede visitar en Belém, construcción que se demoró debido a los diversos intereses existentes y la negativa de varios funcionarios.
Según comentan algunos de los involucrados, la idea de construir este monumento nació en 1984 pero fue recién a partir de 1994 que se pudo concretar su emplazamiento. En la actualidad se lo puede encontrar junto a la fortaleza del Buen Suceso en Belém: su presencia está pegada a la costa y por su forma, dos bloques que forman un medio triángulo emergiendo del suelo, puede ser visto por quienes llegan por tierra, mar o aire. Esa, se dice, es una forma de borrar el olvido al que se ha sometido a los ex combatientes.
Este monumento recuerda, especialmente, a los cerca de 9.000 jóvenes portugueses que murieron en Africa entre 1961 y 1975. Como se indicó, la idea que lo trajo a la luz nació en 1984 en Guimarães, dentro de la Asociación de Ex Combatientes del Extranjero.
Pero la decisión final la tomó un comité ejecutivo conformado por ocho instituciones, entre las que podemos contar a la Sociedad Histórica de la Independencia de Portugal, la Sociedad Geografía de Lisboa, la Liga de los Combatientes, ADFA, la Asociación de Comando, AEFAP, la Asociación de Ex Combatientes de Ultramar, y la Asociación de la Fuerza Aérea de Portugal.
Para definir cómo iba a ser el monumento, el comité elaboró un concurso en el que se presentaron varios equipos vinculados con la arquitectura y múltiples representantes de la sociedad civil. De todos modos, no fue fácil ya que las autoridades políticas de entonces le quitaron su apoyo por sostener que estar de acuerdo con esta pieza sería como reconocer o aceptar aquel conflicto bélico.
Sin embargo, finalmente se encargó la construcción de esta figura a Carlos Barros Guerrero y Batista, quien instaló la figura que, entre otras varias características, tiene un muro que la rodea y donde se pueden encontrar muchas placas con los nombres grabados de todos los ex combatientes.
Foto vía: Panoramio
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