Confeitaría Nacional, especialistas en el Pastel del rey
Como no podía ser de otra forma para una ciudad que tiene una vida intelectual y cultural tan fuerte, Lisboa cuenta entre sus diferentes atractivos los cafés, lugares donde se puede disfrutar de un buen libro o de una charla con amigos, mientras se saborea un rico café o una buena porción de pastel.
En este caso, uno de los espacios más tradicionales y exquisitos de la ciudad es la Confeitaría Nacional, un local proveniente del siglo XIX y con gran historia.
Para quienes la han visitado, se trata de una de las mejores pastelerías de Lisboa, en la que además de venderse todo tipo de confituras y productos de panadería, se alberga una pequeñas y muy acogedora cafetería, ideal para sentirse reconfortado y aprovechar la exquisita gastronomía en dulces durante aquellas jornadas de temperaturas bajas. Anoten: una recomendación son los exclusivos Pasteles del rey.
La Confeitaría Nacional fue fundada en 1829 por Baltazar Roiz Castaño y tiene la particularidad de ser la más antigua confitería ubicada en la zona de la Baixa. Vale señalar, también, que no ha cambiado de dueños desde su nacimiento y que ha sido conducida hasta el momento por cinco generaciones de una misma familia: a lo largo de todo este tiempo ha sido reconocida en varias exposiciones, recibiendo premios por sus postres y por sus diversas innovaciones en el marco de los panificados y los dulces.
Como se ha dicho, el Pastel del rey es una de las especialidades, y uno de esos postres que han sido reconocidos tanto en Portugal como en otros países de Europa. Se trata de un postre que tiene como elemento más evidente a la manzana, aunque se desconoce su conformación ya que se trata de una recete muy bien guardada durante más de un siglo y medio. Para ser más precisos, estos pasteles llegaron de la mano del hijo del fundador allá por el siglo XIX.
Y si bien esa es la estrella de la casa, no es lo único que se cocina en esta confitería tradicional: entre otros, también están los famosos pasteles de nata. Tanto para llevar como para comer allí mismo, mientras se degusta uno de los diferentes sabores en café que tienen, las exquisiteces que se producen en la Confeitaría Nacional son uno de esos pequeños grandes placeres por los que hay que conocer Lisboa.
Foto vía: Blogdeadolfo
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