Fernando Pessoa, gran poeta de Lisboa

Pessoa Jugando Ajedrez

Uno de los más reconocidos escritores y poetas de la literatura portuguesa es Fernando Pessoa, quien dejó como legado importantes obras de gran riqueza compositiva, muchas de ellas objeto de análisis e interesantes controversias.

Nació en el año de 1888 es una casa de la Plaza de San Carlos de Lisboa, pero toda su niñez y gran parte de su juventud la vivió en Sudáfrica, donde recibió una educación exclusivamente inglesa, en la que además de aprender a leer y escribir el idioma, también lo pensaba, lo que le facilitó crear numerosos escritos en inglés con una gran calidad literaria, de hecho, sus primeras obras  fueron en este idioma, destacándose  su propio diario y algunos poemas y ensayos.

Después de su regreso a Lisboa en 1905, se empezó a interesar con mayor profundidad en la lengua portuguesa, y mientras se ganaba la vida como traductor de inglés y frances, se dedicó a crear poesía en portugués.

Después de intentar incursionar en el negocio de la imprenta con resultados pocos favorables, fue a partir de 1912 en que empezó a ser reconocida su obra poética en su idioma natal, publicando sus escritos en notables revistas, una de ellas A Aguia, una expresión de la corriente del saudosismo, cuyo precursor era Teixeira de Pascoaes, uno de los líderes del llamado movimiento del “Renacimiento portugués”.

Dos años más tarde, Pessoa tuvo la idea de empezar a publicar sus obras bajo el nombre de tres heterónimos, o autores ficticios, creados por el mismo con el objetivo de proyectar sobre ellos diversas personalidades, muy distintas entre sí. Estos son Alberto Caeiro, Ricardo Reis y Alvaro de Campos. Incluso, fue tal la trascendencia que quiso darles a estos personajes, que llegó a inventar la biografía de cada un de ellos.

Entre sus obras más reconocidas se destaca su primer libro de poemas titulado Antinous, el el cual apareció en inglés en 1918, en tanto que su primera obra en portugués, Mensagem (Mensaje), el poema patriótico Mensagem (Mensaje), única que publicó en vida, no apareció hasta 1933. Pero gran parte de su obra se dio a conocer después de su muerte en 1935, siendo recogida en diferentes recopilaciones: Poesías de Fernando Pessoa (1942), Poesías de Alvaro Campos (1944), Poemas de Alberto Caeiro (1946), Odas de Ricardo Reis (1946), entre otros.

A Pessoa aún se le recuerda frecuentando los más tradicionales cafés y bares de Lisboa, uno de ellos, el Café A Brasileira, donde se encuentra una estatua suya en bronce ubicada en la terraza exterior, la imagen más fotografiada del lugar.

Foto Vía wikimedia



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