La Facultad de Medicina de Lisboa
A un costado de la Plaza de Campo Pequeño, a pocos metros de sus bellísimos jardines, se alza la Facultad de Medicina de Lisboa, una construcción histórica de un siglo de antigüedad. Enfrente se ha emplazado un monumento de notables dimensiones en honor al médico portugués Sousa Martins, realizado por el escultor Costa Mota, inaugurado en 1907.
Este edificio, de 1906, fue proyectado por el ingeniero Cabral Couceiro y el arquitecto José María Nepomuceno; luego, en 1911, fue reformado por un equipo de profesionales donde se destaca la presencia de Leonel Gaia. En su acceso presenta una escalinata principal y dos rampas curvas que permiten las circulación de autos y transeúntes. El primer ambiente es un vestíbulo, donde se pueden apreciar placas en recuerdo de los primeros profesores de la institución, y un busto del doctor Manuel Bento de Sousa, realizado por el artista Texeira López.
La sala de concejo, que se mantiene exactamente igual hace cien años, está decorada por bustos de bronce del pintor Columbano, en el vestíbulo hay cuadros de Antonio Ramalho y una estatua de Costa Mota, con un motivo científico relacionado con la medicina. En el primer piso hay un salón donde se exponen obras de Joao Vaz y azulejos de Jorge Colaço, de fuerte tradición portuguesa. El salón de exámenes tiene frisos de Veloso Salgado, un cielo raso de Vaz y un retrato pintado por Malhoa.
La Facultad de Medicina fue antiguamente la Escuela de Medicina de Lisboa y funcionaba en el Hospital San José. Este espacio permitió una profunda reforma en la enseñanza médica. Fue en 1911: los antiguos laboratorios también fueron remodelados y convertidos en institutos; de aquella época quedó un grato recuerdo de Mark Athias, la encargada de seleccionar y adquirir el equipamiento principal para su funcionamiento, trabajo que marcó un cambio clave en el rumbo del conocimiento científico de Lisboa.
Para llegar hasta la facultad y conocer el inmueble donde funciona, los turistas pueden subir por la Calçada de Santa Anna, que lleva a la Rua do Instituto bacteriológico, también se puede avanzar directamente desde la avenida por el Elevador do Lavra. Quienes quieran y tengan tiempo de pasear pueden tomar el tranvía Gomes Freire.
Foto vía: skyscrapercity
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