Casa Dos Bicos, ejemplo del Renacimiento Italiano
Recorriendo el tradicional barrio Alfama, en toda la zona ribereña, a solo unos pasos de la Plaza del Comercio nos encontramos una edificación bastante particular, que además cuenta con una rica historia. Se trata de la Casa Dos Bicos (Los Picos), y debe su nombre a que toda su fachada se encuentra revestida de piedras talladas en forma de punta de diamante, en total fueron 1125 piedras.
También es conocida como la Casa de Brás de Albuquerque, ya que fue mandada a construir en el año de 1523 por el escritor y humanista portugués Brás de Albuquerque, hijo del conquistador y virrey de la India Afonso de Albuquerque.
Esta edificación de cinco plantas, es considerada como una obra característica del Renacimiento Italiano, ya que la idea de su construcción le surgió a este notable personaje gracias a un viaje realizado por tierras italianas, donde quedó maravillado con la bella arquitectura del Palacio de los Diamantes de Ferrara, y quiso plasmarla en su nueva residencia. Claro que las exuberantes ventanas de arco, (las cuales, al igual que las puertas, no cuentan con una distribución y dimensiones regulares) es una característica propia del estilo portugués manuelino.
Con el devastador terremoto de 1755, el edificio sufrió graves daños en las dos últimas plantas. No se le realizaron obras de reconstrucción durante varias décadas, y a penas hasta el año de 1983 logró completarse su recuperación gracias a una iniciativa de la comisión encargada de la XVII Exposición Europea de Arte, Ciencia y Cultura. Cabe anotar que la familia Alburquerque vendió la casa semidestruida diez años atrás a un comerciante Pesquero que la utilizó durante un tiempo como depósito de bacalao.
Su interior normalmente no está abierto al público, excepto cuando se realizan exposiciones temporales, claro que la situación va a cambiar, ya que actualmente la Casa Dos Bicos se encuentra en trabajos de restauración para albergar en sus instalaciones las oficinas de la Fundación José Saramago (Premio Nobel de Literatura en 1998), será un lugar abierto a la cultura en Lisboa, un centro de debates de ideas, encuentros literarios, presentaciones de libros, recitales, proyecciones de cine no comercial y exposiciones.
Gracias a su excelente ubicación, quienes visiten este palacete, podrán disfrutar de sus interesantes alrededores, donde se encuentran una gran variedad de tiendas y restaurantes cuya especialidad son los platos de pescado a la plancha tradicional.
Foto Vía pylbug
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